A la par que el uso de la bicicleta se va haciendo cada vez más frecuente, va aumentando el número de accidentes en bicicleta que se producen. Obviamente, esto es lógico. Sin embargo, lo que no ha aumentado es el conocimiento de los ciclistas sobre lo que deben hacer en caso de sufrir un accidente. Por otra parte, puesto que la capacidad de acción con la que cuentan los ciclistas en un accidente dependerá de la gravedad de las lesiones sufridas, hablaremos primero acerca de las más frecuentes, distinguiendo entre las que dejarán al ciclista incapacitado para actuar, de las que pueden permitirle hacer algo.
Lesiones frecuentes en un accidente de bicicleta
Entre las lesiones frecuentes en los accidentes de bicicleta que te permitirán actuar, figuran los cortes y las pequeñas fracturas de huesos. Estas lesiones se suelen producir a causa de la caída del ciclista. En muchos casos, ni siquiera dejarán a la víctima temporalmente incapacitada, si bien eso no significa que no necesite asistencia médica. No obstante, aunque tengas capacidad de acción intenta no mover la zona en la que creas que tengas una fractura.
Aparte de las lesiones menos graves, que permitirán al ciclista moverse y actuar, en los accidentes de bicicleta son muy frecuentes las lesiones graves. Dentro de este grupo nos encontramos con traumatismos craneoencefálicos y las lesiones cerebrales que puedan producirse. En muchos casos, la víctima puede quedar incapacitada de forma permanente. Igualmente, hay fracturas de huesos que pueden ser muy graves. En algunos casos pueden dejar temporalmente inmovilizada a la víctima, en otros casos, como en el de ciertas lesiones medulares, la víctima puede quedar postrada en una cama para el resto de su vida.
Qué hacer en un accidente de bicicleta
Suponiendo que sufres un accidente y que tus lesiones te permiten actuar, lo primero que tienes que hacer es mantener la calma. Y una vez te hayas tranquilizado, identifica al conductor que te golpeó. Si este se da a la fuga, no intentes perseguirlo, pues no podrás alcanzarlo. En su lugar, levanta la vista e intenta visualizar el vehículo. Podría pararse el tiempo suficiente como para que recogieras algunos datos, tales como la matrícula, el color del vehículo, la marca y el modelo.
En segundo lugar, existe la tendencia a minimizar la gravedad de lo ocurrido. El hecho de poder levantarnos y de ver que la bicicleta apenas ha sufrido daños, nos puede llevar a pensar que no ha pasado nada, que no hemos sufrido lesiones graves. Sin embargo, la experiencia nos demuestra, una y otra vez, que la apariencia de levedad oculta lesiones graves que tardan en dar la cara. Te sientas como te sientas, llama al 112.
De cara a reclamar futuras indemnizaciones, llama también a la policía, para que redacte el atestado policial. Este tiene una presunción de veracidad que no tienen otros documentos ni otros testimonios sobre el accidente.
Finalmente, el siguiente escenario es el de las reclamaciones de indemnizaciones. Lo primero a tener en cuenta es que aunque pienses que el causante del siniestro has sido tú, podría ser que las responsabilidades sean compartidas, así que consulta tu caso con un abogado especializado.