En el devenir diario de nuestra vida rutinaria pueden acontecer determinados hechos que quiebren nuestra tranquilidad. Uno de estos hechos que afecta a todos los que conducimos y al que estamos expuestos en mayor o menor medida es el de un accidente de tráfico. Esta situación de nerviosismo en la que puede haber daños de diversas consideración y una burocracia puede dejar huérfanas las responsabilidades que han de depurarse si no tenemos el mejor asesoramiento y representación profesional. En estos casos es necesario un abogado pero no vale cualquiera, necesitamos el mejor abogado de accidentes para defender nuestros intereses.
¿Por qué necesitamos el mejor abogado de accidentes?
Son muchos los motivos por los que es necesario tener al mejor profesional de nuestro lado:
- El primero de ellos es que si no lo tenemos nosotros es posible que lo contrate la parte contraria y ello nos supondrá una desventaja a la hora de conseguir nuestras pretensiones que puede ser crucial.
- Se puede pensar que el mejor abogado de accidentes de tráfico no es el abogado más barato. Más bien al contrario, se trata de uno de los abogados más caros, si no el más caro pero, ¿vale la pena? Definitivamente sí. Solo él será capaz de sacar el mejor partido a nuestra situación, de depurar responsabilidades en nuestro beneficio y de conseguir la mejor indemnización o bien librarnos de ella o de pagar elevadas cuantías si nos las exigen a nosotros.
- Se evita la mala praxis en la abogacía. En muchos casos nos encontramos con clientes que en mitad de un proceso de reclamación de responsabilidades o defensa frente a las mismas en un accidente de circulación, acuden a nosotros puesto que entienden que la representación o el abogado elegido no es el más idóneo para defenderles, ya sea por falta de especialización en la materia de accidentes de circulación o por un práctica inadecuada. En algunos casos puede ser demasiado tarde para revertir la situación pero en otros no.
- Tiene los contactos adecuados en las aseguradoras para negociar un buen acuerdo indemnizatorio. El mejor abogado de accidentes conocerá a los abogados, peritos y responsables de las aseguradoras y por esta razón sabrá negociar con la persona idónea y sabrá hasta dónde puede llegar.
- El mejor abogado de accidentes de tráfico le asesorará debidamente y recomendará evitar el juicio cuando crea que sus posibilidades son escasas o inciertas. Otros abogados promoverán el juicio ya que los abogados cobran honorarios más altos si intervienen en sala y ello con independencia del resultado del pleito. Recomendar el juicio con conocimiento de que no habrá posibilidad de éxito es una práctica de mala praxis profesional que puede llevar a exigir responsabilidades al abogado que no ha actuado en interés de su cliente, sino del suyo propio.
Casos en los que podemos requerir la asistencia del mejor abogado de accidentes
En un siniestro de la circulación podemos encontrarnos unas situaciones habituales que generalmente se pueden solucionar de forma amistosa si todas las partes colaboran cuando se trata de accidentes leves. Sin embargo, cuando se trata de accidentes graves o menos leves la cosa se complica toda vez que puede haber lugar indemnizaciones de cuantías relevantes y, en los casos de conducción negligente, puede haber incluso responsabilidades penales que conducirán llevar a alguno de los conductores no solo a la retirada del permiso de conducción sino también a la privación de libertad. Entrando en las distintas situaciones y casuísticas de accidentes de circulación podemos enumerar a título enunciativo y no limitativo, los siguientes:
- Salidas de vía. Por salidas de vía entendemos todos aquellos casos en los que un vehículo se sale de la vía por la que circula acabando o no en colisión con algún elemento de fuera de la vía, ya sea un árbol, un muro, otro vehículo o cualquier otro elemento externo.
- Alcances. Nos referimos a alcances en aquellos casos en los que un vehículo colisiona con otro desde la parte de atrás, impactado el frontal del vehículo que circula por detrás, con la parte trasera del vehículo que circula por delante, al circular ambos en la misma dirección.
- Colisiones frontales entre dos vehículos. Estas suelen producirse por adelantamientos indebidos y sus consecuencias en daños materiales y personales son muy graves.
- Colisiones laterales. Aquí se engloban las que se producen a causa de incorporarse a otro carril sin mirar los espejos o por hacer el cambio de carril sin señalizarlo debidamente, lo que desemboca en una colisión lateral con otro vehículo. También están aquellas derivadas de no hacer correctamente un “stop” o un “ceda el paso”.
- Atropellos. Desgraciadamente este tipo de accidentes en los que un vehículo arrolla a uno o varios peatones es mucho más frecuente de lo deseable. En este tipo de accidente los daños suelen ser de suma gravedad para el peatón dada la desigualdad de fuerzas entre el vehículo a motor y el cuerpo humano.
- Situaciones de riesgo. En algunos casos no hay accidentes pero se producen determinadas situaciones de riesgo que se sancionan severamente porque se considera que se está creando un grave peligro para otros usuarios de la vía. A modo de ejemplo nos podemos referir a la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas, conducir en sentido contrario, conducir de noche sin las luces reglamentarias o conducir a velocidades muy por encima de lo permitido.
Es fácil pensar que somos buenos conductores y que no nos veremos envueltos en ningún escenario de los anteriores pero debemos tener presente que no somos los únicos en la carretera y que en muchas ocasiones el accidente no será por culpa nuestra sino por la conducción negligente de otro conductor.
En este post os hemos dado un buen puñado de motivos por los que usted puede necesitar la asistencia del mejor abogado en un accidente de tráfico. Piense que al final lo barato puede salir caro y la seguridad de tener la mejor representación posible con el mejor abogado de accidentes, no tiene precio. Pelee por sus derechos, póngase en manos del mejor abogado de accidentes y deje que él se encargue de todos los trámites y negociaciones llegando, si fuera necesario, a pedir responsabilidades y el resarcimiento correspondiente ante los tribunales de justicia.