Todos los años una gran cantidad de personas se dejan la vida en nuestras carreteras. Otras tantas sufren importantes e irrecuperables lesiones por diversas causas de accidente de tráfico. Y es que uno de los problemas actuales de nuestra sociedad es la siniestralidad en las carreteras.
Lo cierto es que la seguridad vial ha mejorado mucho en los últimos 30 años pero todavía queda mucho por hacer para evitar tener que pasar por ese trance de un accidente de circulación. Para hacer nuestra conducción más segura vamos a ir al origen del problema abordando las causas de los accidentes de tráfico.
Causas de accidente de tráfico
Los accidentes de tráfico se producen por causas muy diversas que podemos agrupar en causas de tipo mecánico, de tipo humano y por circunstancias climatológicas.
Causas mecánicas
Es fundamental tener el coche en buen estado de conservación, con las revisiones y mantenimientos recomendados por el fabricante realizados con la periodicidad marcada por este y, naturalmente, tener todos los dispositivos de seguridad activa y pasiva en óptimo funcionamiento. La falta de mantenimiento del vehículo puede ser la causa de un accidente de tráfico que podría haberse evitado o de producirse, haber minimizado sus consecuencias.
El estado de los neumáticos, los frenos, el anclaje de los cinturones de seguridad, las luces, y el correcto atornillado de sujeción de algunas piezas, son cuestiones esenciales que aumentarán nuestra seguridad al volante.
Causas humanas
Otro orden de factores y causas de accidentes de tráfico son las que dependen exclusivamente del comportamiento humano en la conducción de nuestro vehículo o en el estado en el que nos ponemos al volante.
No hacer los descansos correspondientes
Conducir durante muchas horas de forma continuada sin hacer los descansos pertinentes.
Consumo de alcohol y/o drogas
Colocarse al volante en estado de embriaguez o bajo los efectos de tóxicos, estupefacientes. No necesariamente tienen que ser drogas comunes. Hay determinados medicamentos cuya ingesta es incompatible con la conducción por la somnolencia que producen y efectos secundarios como mareos. Todo ello disminuye nuestra capacidad, reflejos y tiempo de reacción ante imprevistos, en el manejo del vehículo.
La falta de atención
Al coger el volante debemos dejar todas nuestras preocupaciones atrás y olvidarnos de cualquier distracción. Es preciso que tengamos todos los sentidos en la carretera, en el tráfico, en la circulación y anticiparse a cualquier circunstancia que pueda acontecer en la vía para tener suficiente tiempo de reacción. Es esencial estar descansado y cómodo. No hablar por teléfono sin manos libres, evitar mirar demasiado los paneles del vehículo.
Falta de cumplimiento de las normas de circulación
Las normas sobre circulación y seguridad vial se encuentran recogidas en el Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. El incumplimiento de las mismas puede provocar accidentes. Entre ellas destacamos especialmente la falta de cumplimiento de los límites de velocidad.
Esta es una de las principales causas de accidentes de tráfico. Saltarse los límites de velocidad aumenta la distancia de frenado al reaccionar al volante, lo que aumenta las posibilidades de colisión o salida de la vía. El exceso de velocidad disminuye la estabilidad del coche y en caso de siniestro los daños serán mucho mayores que a velocidades adecuadas.
Causas meteorológicas
Este tipo de causas pueden recoger algo de las que hemos visto en los dos puntos anteriores. El viento, la lluvia, la niebla, la nieve o el hielo pueden dificultar la visibilidad o hacer perder el control del coche en la conducción.
Lluvia
La lluvia complica la circulación aumentando la distancia de frenado puesto que convierte el pavimento del asfalto en una superficie resbaladiza, especialmente al caer las primeras gotas sobre el mismo o bien cuando la lluvia ha anegado en mayor o menor medida la calzada. El desgaste del dibujo de los neumáticos aumenta el riesgo de accidente puesto que la falta o deterioro del dibujo puede impedir la maniobra de freno al producirse lo que se denomina «Aquaplaning» qué consiste en un deslizamiento sin control del vehículo producido al activar el freno sobre una superficie inundada.
Adicionalmente la lluvia, especialmente cuando es intensa, resta visibilidad lo que aumenta nuestro tiempo de reacción al tener un menor alcance visual.
Niebla
La niebla como condensación del aire en la atmósfera genera un efecto de reducción del alcance de nuestra visibilidad. La niebla densa que se presenta repentinamente en la calzada nos obliga a activar las luces antiniebla y a adaptar la velocidad a esta circunstancia. La niebla es un participante decisivo en algunos accidentes en los que hay un vehículo parado en la vía y el conductor no lo percibe a tiempo de frenar.
Viento
La acción del viento también comporta grandes peligros pues puede provocar salidas de vía o colisiones motivadas por la pérdida de control del vehículo tras una racha de aire fuerte. Hay que extremar la precaución al salir de los túneles, al cruzar por viaductos y puentes y al adelantar a vehículos grandes cuyo efecto pantalla puede desestabilizar nuestro automóvil al rebasarlos.
Nieve y hielo
Estos son otros de los grandes enemigos de todo conductor. La nieve en sus primeras fases tiene los mismos efectos que las primeras gotas de agua al comenzar a llover. Además es resbaladiza ya que impide la correcta adherencia de los neumáticos. En circunstancias de nieve o hielo es necesario con cadenas en las ruedas para evitar derrapes y pérdidas de control
Cómo evitar o reducir el riesgo de las causas de accidente de tráfico
A lo largo de esta publicación hemos dado algunas claves sobre las causas de accidentes de tráfico. A continuación ofrecemos unos consejos para evitar o disminuir la probabilidad de que estas se produzcan:
- Tener el coche en perfecto estado especialmente en lo referente a neumáticos y frenos
- Hacer los descansos necesarios para no incurrir en pérdida de atención
- No ponerse al volante si se ha ingerido alcohol o drogas
- Evitar distracciones como teléfono, radio, navegador u otras.
- Centrarse en la carretera y no pensar en otra cosa que la vía, su tráfico y el comportamiento de otros vehículos
- Cumplir las normas de circulación. No rebasar los límites de velocidad, hacer bien los STOP, respetar los ceda el paso, no saltarse los semáforos, etc.
- Extremar la precaución en climatología adversa.
Qué efectos producen los accidentes de circulación
Los accidentes de circulación producen daños de diversa consideración, ya sean materiales o personales. Estos daños deben ser resarcidos por el conductor y compañía de seguros del vehículo considerado como culpable. Entre los personales, uno de los más comunes, sobre todo en accidentes no especialmente graves, es el latigazo cervical, normalmente producido por alcance. La indemnización por latigazo cervical es una de las más habituales a las que deben atender las aseguradoras pero para reclamar, ya sea por este u otros daños, será necesaria la asistencia y representación de abogados expertos en accidentes de tráfico. Por consiguiente, una vez causado el accidente y producidos los daños la siguiente fase será reclamarlos pero esto será objeto de un artículo separado.