Afrontar un accidente de tráfico puede ser una situación muy estresante. Vamos tranquilamente al volante de nuestro vehículo con la sensación de tener el control en todo momento. Son muchos años de experiencia al volante, piensas que nada te puede sorprender. Sin embargo, en un segundo perdemos el control y todo cambia. Cuando uno se da cuenta observa que ha colisionado con otro vehículo y que se han ocasionado daños de diversa consideración.
El shock, los nervios de las partes involucradas, las prisas y la urgencia por salir huyendo de esa desagradable situación, pueden hacer que ese momento termine como un accidente sin parte amistoso ni atestado.
Esta es una de las situaciones más complejas que se pueden dar en materia de accidentes de tráfico ya que se omiten dos circunstancias que de producirse facilitan mucho la tramitación de las reclamaciones por siniestro.
Parte amistoso
El parte o declaración amistosa de accidente se trata de un documento privado que suscriben los conductores de los vehículos siniestrados en el accidente en el que de común acuerdo establecen la forma en que se ha producido el accidente:
- Se identifica a las partes con sus datos de contacto.
- Se explica la situación, el punto y localización en que se ha producido el accidente.
- Manifiestan como se ha producido éste.
- Hacer una pequeña mención superficial a los daños materiales y personales visibles. En concreto este parte suele contener un croquis de un vehículo en donde podemos señalar la zona de colisión y los daños producidos.
Falta de parte amistoso
La falta de parte amistoso puede ser por olvido, como hemos indicado en la introducción, pero también por falta de acuerdo entre los conductores. Es habitual que las diferentes perspectivas y ópticas del accidente hagan que los conductores de los vehículos siniestrados no estén de acuerdo.
En este punto hay que indicar que el parte amistoso no es un documento destinado a señalar y declarar la culpabilidad de un conductor, es decir, no es una confesión como tal, simplemente sirve para que las partes de común acuerdo indiquen cómo se ha producido el accidente. Cierto es que una mecánica accidental u otra puede decantar la culpa hacia un lado u otro.
En los casos de parte amistoso con reconocimiento de culpa, los trámites de reparación de daños se resuelven con rapidez a través de los convenios de pago de indemnizaciones existentes entre las distintas aseguradoras.
Atestado policial
La presencia policial siempre es importante en un accidente de tráfico, pero si no hay acuerdo en el parte amistoso de accidente, entendemos que la presencia de los agentes es fundamental.
Los agentes se ocuparán de lo siguiente:
- Recogerá los datos de los vehículos siniestrados.
- Tomar declaración a las partes sobre su versión de los hechos.
- Interrogar posibles testigos.
- Hacer mediciones de la ubicación de los vehículos, trazada y longitud de las huellas de frenada.
- Reflejar la meteorología, circunstancias climáticas y del asfalto, la vía y visibilidad que puedan haber contribuido como causas del accidente.
- Tomará fotografías de los daños visibles en los vehículos así como de otras circunstancias relevantes al caso.
- Tomará nota de las asistencias médicas que se presten.
- Hará controles de alcoholemia y estupefacientes a los conductores.
El resultado de todo lo anterior será un informe que se denomina atestado y que reflejará las posibles causas del accidente que pueden apuntar a la culpabilidad del siniestro de uno u otro conductor. Este atestado es muy importante puesto que al ser emitido por los agentes de la autoridad tiene presunción de veracidad, sirve de prueba salvo que la parte a quien perjudique sea capaz de desvirtuarla. En definitiva, un atestado a favor es una importante ventaja en caso de litigio.
¿Qué hacer si se produce un accidente sin parte amistoso ni atestado?
Podemos encontrarnos con algún caso en que esto sea debido a que un vehículo implicado se de a la fuga. Esto entra en un terreno más peligroso puesto que se podrían exigir responsabilidades por omisión del deber de socorro. Si esto ocurre hay que intentar fotografiar la matrícula y recabar testigos, no solo del accidente sino de la huida.
No obstante, al margen de lo anterior, lo normal es que ningún vehículo se fugue pero que no haya acuerdo en el parte amistoso ni presencia policial que haga el atestado. ¿Qué hacer? Aquí damos unos consejos:
- Tomar fotografías:
- De las matrículas de los vehículos.
- De los daños visibles.
- Del conductor (si no se identifica).
- También podemos tomar un video de todo lo anterior.
- Verificar si hay testigos de los hechos y tomarles los datos o al menos nombre y apellidos y algún dato de contacto (podemos encontrar resistencia puesto que pueden negarnos esa información). Estos testigos pueden ser transeúntes o bien conductores de otros vehículos.
- Verificar si hay cámaras de seguridad, por ejemplo de tráfico, o hay comercios cercanos cuyas cámaras puedan haber grabado la secuencia.
Ahora procederá activar el engranaje administrativo mediante el parte de accidente a la aseguradora que debe hacerse dentro de los siete días siguientes a la fecha del mismo. Esto se puede hacer mediante los modelos oficiales de la compañía o bien a través de su App oficial y a partir de ese momento empezarán una serie de trámites que a buen seguro terminarán en juicio.
Reclamación de daños en accidente sin parte amistoso ni atestado
En definitiva, un accidente sin parte amistoso ni atestado es la situación más compleja que podemos encontrar a efectos de exigir responsabilidades y resarcimiento de daños, dada la existencia de versiones contradictorias. Las compañías aseguradoras se negarán a hacerse cargo de las indemnizaciones y será probable que haya que acudir a juicio.
En estos casos de accidente sin parte amistoso ni atestado recomendamos contratar los servicios de abogados especialistas en accidentes de tráfico que analicen su caso y representen los intereses del conductor de la mejor manera posible.
Es posible incluso llegar a un acuerdo sin necesidad de ponerse la toga. Dependiendo de la voluntad de las partes y teniendo en cuenta que en estos casos el resultado del juicio es incierto y probablemente genere una solución salomónica (cada uno asume su responsabilidad con su asegurado dentro de las coberturas) y se incurrirán en gastos procesales que aumentan el precio de nuestra factura del accidente, quizá interese más un acuerdo, no todo lo bueno que quisiéramos pero sí el mejor posible dadas las circunstancias de accidente sin parte amistoso ni atestado.