Usted circula tranquilamente por una vía interurbana. De repente el vehículo que va delante de usted frena súbitamente, lo que le obliga a usted a clavar los frenos. Entonces respira tranquilamente porque gracias a que circulaba manteniendo la distancia de seguridad, logró detener el vehículo en condiciones de seguridad. Sin embargo, nota un impacto trasero. El conductor que circulaba detrás de usted no tuvo la misma precaución. Quizá este relato resulte familiar a muchos lectores. Es el relato de un accidente en la carretera y es un relato que en ésta u otra forma, se repite todos los días en nuestras vías interurbanas.
Accidente en la carretera
Nos referimos y definimos el accidente por carretera en contraposición al accidente urbano.
- El urbano tiene lugar dentro de los límites del municipio y en las vías calificadas como urbanas cuya velocidad máxima permitida para la mayoría de las vías, no supera los 50 km/h para turismos.
- El accidente por carretera ocurre fuera de las vías de los núcleos urbanos.
Los accidentes por carretera no son tan frecuentes como los urbanos pero lo cierto es que sus consecuencias suelen ser más graves debido al hecho de que las velocidades a las que se circula sean muy superiores a las de una ciudad.
Conforme se aumenta la velocidad el impacto multiplica su fuerza de forma exponencial. De he ahí la importancia y el mensaje que desde las autoridades de Tráfico se quiere trasladar a los conductores sobre ajustar la velocidad a lo que marquen las señales y la vía, puesto que a mayores velocidades menor seguridad y en caso de accidente en la carretera la probabilidad de letalidad y daños personales muy graves, aumenta muchísimo.
Acabo de tener un accidente en la carretera ¿Qué hago?
Hay muchos tipos de accidentes por carretera pero podemos extraer una serie de aspectos comunes a tener en cuenta siempre que después del accidente no resulte ningún estado de inconsciencia. Son los siguientes:
- Tratar de mantener la calma y pensar los pasos a seguir. Los nervios o discutir con el conductor contrario solo pueden empeorar las cosas.
- Comprobar si podemos movernos y no estamos atrapados por nuestro vehículo. Es posible que haya alguna lesión de cuello o columna y que al realizar algún movimiento se nos agrave notablemente. Si tenemos fuertes dolores hay que tener mucho cuidado con los movimientos.
- Verificar y asegurar el lugar del accidente. Señalizar la zona. Si hay personas inconscientes en la calzada tratar de apartarlas con cuidado. Auxiliar a posibles heridos y llamar a las asistencias sanitarias. Apagar el contacto de los vehículos.
- Al igual que en cualquier otro accidente si es posible, es recomendable hacer el parte amistoso. Lo cierto es que cuando se trata de un accidente en la carretera, dadas sus características y consecuencias más graves que un accidente urbano, este trámite no se suele hacer a no ser que los daños sean pequeños. En este tipo de accidentes por su propia mecánica suelen intervenir las asistencias sanitarias y la Guardia Civil. Los agentes levantarán atestado del accidente.
El atestado del accidente en la carretera
El atestado de los agentes de Tráfico es un informe en el que los agentes recogen todas las circunstancias del accidente en la carretera:
- Lugar del accidente y punto kilométrico.
- Datos de los vehículos implicados (matrícula, marca, modelo, color, etc).
- Datos de los conductores.
- Información de cada aseguradora.
- Circunstancias de la vía.
- Circunstancias climatológicas.
- Daños materiales ocasionados, tomando fotos.
- Daños personales de conductores y pasajeros, dejando constancia.
- Toma de declaraciones de las partes y de testigos
- Juicio sobre la forma en que tuvo lugar el accidente.
El atestado es un informe importante a la hora de establecer la culpa que cada conductor tiene en un accidente. Este informe tiene presunción de veracidad así que será la base para reclamar la indemnización de accidente por carretera.
Reclamar la indemnización por accidente en la carretera
Los daños ya están causados. Ahora procede obtener la oportuna y justa reparación de los perjuicios ocasionados. En materia de accidentes de circulación, sin perjuicio de la responsabilidad personal y directa que pueda tener un conductor, los daños a terceros siempre están cubiertos por un seguro de responsabilidad civil, tal como ordena el Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor o, en su defecto, por el Consorcio de Compensación de Seguros. En consecuencia, la reclamación se canalizará a través de las compañías aseguradoras.El trámite se puede iniciar de varias formas:
- Dando parte a nuestro seguro. Si nuestra póliza cubre todo tipo de riesgo y contingencia, se ocupará de pagarnos. En este caso debemos dar el parte dentro de los 7 días siguientes a la fecha de siniestro.
- También podemos hacerlo mediante reclamación al seguro contrario cuando no seamos culpables del accidente. En este caso tenemos plazo de un año para ejercer las acciones frente a la compañía aseguradora.
Dado el parte o presentada la reclamación empezará la tramitación entre compañías de seguros de ambos conductores:
- Se pedirá la peritación de los daños materiales en los vehículos y en las cosas.
- Se solicitarán informes médicos de primera asistencia sanitaria de urgencia, hospitalizaciones, bajas laborales, tratamientos, seguimientos y evolución. Los facultativos de la aseguradora también pueden hacer exploraciones y reconocimientos.
- En base a todo lo anterior, se presentará una propuesta razonada y desglosada de la indemnización en el plazo de 3 meses con la que podremos estar o no de acuerdo.
Las reclamaciones de daños en accidentes en la carretera no son fáciles debido a que están en juego importantes sumas de dinero, sobre todo si hay daños personales. Las posibilidades de desacuerdo son más altas ya que las valoraciones médicas de los daños personales tienen cierto componente de subjetividad. Por ello le recomendamos que contrate los servicios de un abogado experto en derecho de la circulación y seguros que logré en su nombre la indemnización por accidentes graves más justa posible.