Los atropellos a peatones están, por desgracia, a la orden del día. Es uno de los accidentes más comunes a nivel estatal, y por esa razón es importante conocer cuáles son tus derechos (o los de un familiar que lo haya padecido) como peatón. Por esa razón, a continuación te vamos a dar una serie de indicaciones y consejos referentes a cómo reclamar una indemnización por atropello de peatón para que, sean cuales sean las circunstancias, sepas con seguridad los pasos a dar.
Contar con asesoría legal
El primer paso para cerciorarse de forma efectiva de si existe la posibilidad de solicitar una cuantía económica es contar con el asesoramiento de profesionales expertos sólo en reclamar accidentes de tráfico, que nos den el respaldo legal necesario para evitar pasar cualquier aspecto importante por alto. Hay que tener en cuenta que son muchas las variables que suponen una variación de la indemnización, por lo que es prácticamente imposible aventurar una cifra sin llevar a cabo el procedimiento necesario.
¿Dónde y cómo ha sucedido el siniestro?
Uno de los accidentes más comunes que incluyen el atropello de viandantes es el ocurrido en los pasos de peatones. Es muy normal confiarse al cruzar uno de estos pasos en los que, supuestamente, el peatón tiene la preferencia de paso, pero por desgracia a menudo suceden accidentes provocados por descuidos o exceso de velocidad.
En los casos en los que el conductor parezca que tenga la total responsabilidad del suceso, a priori la compañía de seguros aceptará la culpa, pero no siempre es así porque puede haber muchas variables que hagan que haya una corresponsabilidad por parte del peatón.. Sea cual sea la situación, es importante tener en cuenta la declaración de posibles testimonios, así como la recogida de datos e información que esclarezcan las circunstancias del accidente. Por esa razón, resulta vital documentación tal como fotografías del lugar del accidente, de los daños materiales sufridos y, sobre todo y lo más importante, llamar a la Policía Local o Autonómica para que levanten atestado de todo lo ocurrido. Cuando tiene lugar un accidente leve, sin heridas de gravedad, es mucho más fácil que la persona afectada tome la iniciativa para documentar el lugar del suceso, mientras que en los casos más graves se debe confiar en la diligencia de las autoridades que se acerquen al lugar del suceso.
¿Cuándo no tengo derecho a reclamar una indemnización?
Existen determinados casos en los que la culpa del accidente recae exclusivamente sobre la propia persona atropellada, en cuyas circunstancias éstas no tendrían derecho a reclamar una indemnización, aunque nosotros como abogados expertos sólo en reclamar indemnizaciones por accidentes de tráfico, siempre recomendamos que igualmente se nos consulte cada caso particular para ver si se puede reclamar una indemnización, por pequeña que sea.
Cuanto más grave la lesión, mayor indemnización
Otro de los factores que suponen un incremento o disminución del monto a recibir por indemnización es la gravedad de las lesiones sufridas en el accidente. Cuando nos referimos a ‘lesiones’ no solamente hacemos referencia a las de tipo físico, sino también a las psicológicas. En estos casos, también hay que reclamar el lucro cesante que es el perjuicio que sufre el lesionado por la pérdida o disminución neta de los ingresos provenientes de su trabajo, como consecuencia de los días que ha estado de baja laboral.
Por un lado hay que considerar tanto el nivel de gravedad de las heridas: desde cortes y rozaduras pasando por fracturas, traumatismos de diferente grado y hasta tetraplejias y paraplejias. En los casos más graves, no solamente implican un perjuicio mayor para la persona afectada, sino que también equivalen a largos tiempos de rehabilitación, lo que supone un quebrantamiento de la rutina habitual durante periodos de tiempo variables, así como necesidad de ayuda de tercera persona, prótesis y órtesis, entre otras necesidades. Estos aspectos, así como las posibles secuelas permanentes a consecuencia del accidente, tendrán un gran peso a la hora de determinar la indemnización.
En cuanto a los daños de tipo psicológico (traumas y aparición de fobias antes inexistentes debidas al accidente) también serán tenidas en cuenta a la hora de reclamar la indemnización por atropello de peatón.