Los casos de colisión en cadena suelen ser uno de los tipos de siniestros que mayor número de controversias generan a la hora de determinar la responsabilidad del accidente. Esto es debido, en muchas a ocasiones, al caos que se suele provocar ante un accidente de estas características. Por este motivo, es muy importante conocer las pautas a seguir cuando nos vemos envueltos en una colisión en cadena.
¿Quién tiene la culpa?
En primer lugar, teniendo en cuenta que se trata de un accidente que suele presentar dificultades a la hora de determinar la responsabilidad, es muy importante que se ponga en conocimiento de la autoridad policial las circunstancias concretas en las que se ha producido el accidente para que a la hora de cumplimentar el atestado no haya lugar a dudas. Hay que tener en cuenta que si no se alcanza un acuerdo entre las diferentes compañías aseguradoras es muy probable que la responsabilidad se determine en el Jugado, por lo que dicho atestado será una prueba fundamental en el proceso judicial.
¿Puedo presentar denuncia contra todos o sólo contra el que me colisiona?
En cuanto al accidente propiamente dicho, es posible que se produzca de dos formas diferentes que, a pesar de que puedan parecer similares, modifican por completo la responsabilidad del accidente. Por una parte, el siniestro puede producirse al golpear un vehículo a otro, provocando que el vehículo golpeado a su vez golpee a un tercero y así sucesivamente. En un accidente de estas características el responsable del siniestro será el conductor del vehículo que golpea en primer lugar, siendo por tanto responsable de sufragar los daños materiales y personales que se hayan producido la compañía aseguradora de dicho vehículo. Caso diferente se da cuando dos vehículos chocan entre sí y a posteriori un tercer vehículo colisiona con los dos primeros accidentados. En este segundo caso se consideran siniestros independientes. Por lo tanto, en el segundo ejemplo por una parte responderán las compañías aseguradoras de los dos primeros vehículos siniestrados, y la compañía del tercer vehículo responderá de los daños causados por la colisión posterior. Como se puede comprobar, la responsabilidad varía dependiendo de la mecánica del accidente de tráfico.
Por lo tanto, en el primer ejemplo la compañía aseguradora del vehículo que provoca la cadena de colisiones sería la responsable de sufragar los daños provocados. Esto es así porque se entiende como un mismo siniestro el provocado por dicho conductor. En cambio, en el segundo ejemplo, al catalogarse como accidentes independientes, será la compañía de cada uno de los coches que se sumen a la cadena de colisiones las responsables de sufragar los daños que ocasionen cada uno de sus asegurados. De ahí la importancia de determinar a la perfección las circunstancias del accidente.
De tal manera, el atestado de la autoridad competente se convierte en un documento fundamental. Dicho atestado, en el que se determinan las circunstancias del accidente servirá como medio de prueba, junto con la declaración de los testigos, ante un posible proceso judicial, y determinará también la responsabilidad del accidente y por tanto las aseguradoras sobre las que recae la obligación de reparar los daños producidos.