Los atropellos de ciclistas son muy conocidos y cada vez más estamos más concienciados con esta problemática. No ocurre lo mismo en el caso contrario, esto es, cuando se produce un atropello de un peatón por parte de un ciclista. En este caso, que no por ser más desconocido es menos habitual, ni siquiera sabemos qué acciones deberíamos iniciar. Por ello, hemos elaborado esta breve guía en la que explicamos qué debemos hacer en caso de ser atropellados por un ciclista.
Incidentes con ciclistas e indemnizaciones por atropello
Si somos atropellados por un ciclista, podemos tener derecho a reclamar una indemnización. Desde este punto de vista, daremos las pautas a seguir de cara a reclamar una posible compensación económica por los daños y perjuicios sufridos.
Lo primero que hemos de hacer, es tranquilizarnos y si el ciclista no se ha dado a la fuga, dialogaremos con él para convencerlo de que permanezca allí. Acto seguido, comenzaremos a recolectar información sobre los hechos, datos personales de los testigos, del ciclista implicado, sacaremos fotografías, etc.
Hecho lo anterior, llamaremos a la policía y esperaremos a la llegada de los agentes, quienes tendrán que redactar el correspondiente atestado con toda la información relevante.
Aunque no tengamos lesiones aparentes, es necesario que acudamos al servicio de urgencias del hospital más cercano. Hay que tener en cuenta que muchas lesiones no dan señales hasta pasado un tiempo desde el momento en que se produjo el accidente. Estas lesiones, si no se tratan inmediatamente, pueden agravarse con facilidad. Debemos guardar los informes médicos, ya que si sufrimos secuelas por esas lesiones serán de gran ayuda para reclamar una indemnización.
En caso de haber sufrido lesiones a causa del atropello, podremos interponer la correspondiente denuncia por la vía penal, a través de la cual, y con el asesoramiento de un abogado especialista, podremos reclamar las indemnizaciones por los daños y perjuicios sufridos en el accidente.
¿Y si el ciclista se da a la fuga?
Puede ocurrir que el ciclista que nos atropelló se dé a la fuga. En ese caso tendremos que localizarlo. Para ello podremos llevar a cabo tres tareas: la primera, hablar con los testigos. Tal vez lo conozcan o se percataran de algún detalle que pudiera identificar al ciclista. En segundo lugar, hablar con los empleados de los locales comerciales, bares y restaurantes cercanos al lugar del accidente. Al igual que en el caso anterior, podrían conocerlo o haberse fijado en algo que ayude a identificarlo. Finalmente, acudir otro día al lugar de los hechos, a la misma hora a la que se produjo el accidente. Podría ser que el ciclista pase por allí habitualmente.
En cualquier caso, si se da a la fuga es necesario no moverse del lugar de los hechos y llamar a la Policía para que se persone y levante atestado de todo lo ocurrido y, si los hay, de los datos de los testigos.